En esta pequeña ciudad,
bandas nuevas nacen cada día. ¿Buenas? Muy pocas. ¿Interesantes? Muchas definitivamente.
Transportándome a unos años
atrás, recuerdo en mi inefable adolescencia, haberme hecho pasar por un entusiasta
deportista acuático (los que me conocen sabrán la hipocresía que esto implica),
que mientras esperaba a la tanda buena de olas, presenció a su primo surfear
una que desembocó en la colisión en la orilla con un joven surfer, al que
terminó marcándole un gran tajo en su pierna. Este mismo muchacho que sufrió este inesperado accidente, muchos años
después, durante un inducido viaje etílico, divagaría conmigo hablando de rock
n’ roll por muchas horas, hasta terminar en una golpiza en un balneario del
Guayas, en la que él recibió la peor parte. Ojo, cuando todo esto ocurrió, yo ya no
lo acompañaba, pero fui testigo de las secuelas en su cara a la mañana
siguiente.
Como presagiando el futuro
de quien escribe estas letras en la senda de un crítico/apreciador musical, este
personaje del que hablo, y guitarrista de la banda, me escribió -un día cualquiera y de la nada- invitándome
a escucharlos en su debut. Digo “debut” porque antes habían tenido un par de
tocadas, entre amigos, pero esta era su “presentación a sociedad”.
Aquel día fui sin
expectativas, y a decir verdad, me volaron la cabeza. Dejaron a la banda
principal completamente fuera de foco. Una mezcla de baterías agresivas y
rápidas, entre golpes acertados e improvisados para formar una estructura
fuerte y galopante, con toques de base rítmica y fusionándolo todo con guitarras
psicodélicas, dieron vida a ese pequeño monstruo -similar al que se esconde debajo de tu
equipo de sonido- que desesperado espera por salir a asustarte con una virtuosidad estruendosa.
“Acerca de nuestro sonido… cuando comenzamos a componer
no pensamos nunca sonar como un banda ya existente, más bien pensamos en que
queríamos tocar rápido, potente y psicodélico. Queríamos que al escuchar nuestra
música, encontráramos algo que nadie más esté creando. No sabíamos qué, pero
definitivamente sabiamos que tenia que ser rock”.
Suena excelente como concepto para iniciar una banda, pero suena mejor aún al momento de ejecutarla, ya que de esa mezcla de ideas nació un beat que te
invita a levantar el mazo del Capitán Cavernícola y romperlo todo a tu paso.
Luego de haber trabajado
juntos en el 2005, hasta la disolución de la banda Retrochoir, Antonio Ledesma
en la guitarra y Santiago Cereceda (baterista también de las bandas 8 Días sin
cable/8 Days y momentáneamente en 69 Segundos), en la batería y voz , decidieron
retomar la composición de temas y armar una banda nueva. Tras intentar sin
éxito como dúo, deciden incluir en sus filas a Patricio Eastman en el bajo.
La potencia musical de
Wecaveman, que colisiona contrastando a su estilismo diferenciador con esa
ligera sutileza rabiosa característica del punk de la nueva escuela, es
catalizado por la falta de seriedad de sus letras, las que albergan una ideología infantil radicada en el caricaturesco sentido del humor de los personajes que la componen.
Algo que no juzgo en absoluto, ya que muchas veces hay chistes que resultan más graciosos cuando logras ejecutarlo con una cara impasible. Todo esto, mezclado con la seriedad de su música y su proyección ambiental sónica, son su mejor tarjeta de presentación.
Aún no tienen material grabado
como para darles un ejemplo de la potencia que este Power Trio proyecta, pero definitivamente vale la pena ir a
escucharlos.
Los dejo con el video de la
canción con la que cerraron el concierto al que fui a verlos. La canción es
instrumental, la calidad de audio deja mucho que desear y el video está
incompleto... pero es mejor así. De lo bueno, poco.
Si se quedaron con ganas de
más Wecaveman, escúchenlos junto a Boom Boom Kid (Argentina) en Diva Nicotina,
el 18 de mayo.
a esta banda le tengo que dar una buena repasada apenas tenga material para escucharlos, en el concierto de BBK los vi pero no me llamaron mucho la atención, creo mas bien fue porque el show empezó tarde, apenas vea alguna volante sin duda iré a darles otra oportunidad... no quiero que me pase lo mismo que con las vírgenes violadoras a los cuales prefiero escucharles en material físico que verles en vivo, por cierto stereo salado murió en que otro proyecto andas? Saludos
ResponderEliminarPues Stereo Salado desapareció, lastimosamente. Recién hace un par de semanas me llamaron los Wecaveman para que cante con ellos y estamos ensayando para tocar el 16 de agosto en el concierto de SkVan, justamente. Gracias por el comentario, cuando haya algo grabado lo compartiremos. Saludos
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