6.03.2013

Desde Quito...con bulla



Aunque en Guayaquil existan constantes propuestas musicales y nazcan bandas todos los días, la realidad es que en lo que respecta a variedad de géneros estamos muy limitados. Sólo esperemos que sea por alguna buena razón o que exista una excusa trascendente que no sea la obtusidad y estrechez mental que profesan algunos "músicos" de acá, que no tienen la menor intención de variar un ápice su estilo. Algo que me parece muy contradictorio cuando lo veo suceder con el 95% de bandas Punk locales, quienes supuestamente deberían ser los más mente abierta.



Volviendo al tema... es esta constante corriente la que está plagada de bandas que se rehúsan a aportar una propuesta nueva o que únicamente fusionan de una manera muy poco original, estilos ya desgastados hasta el cansancio. Nadie les pide que inventen un género nuevo -aunque sería excelente presenciar algo así- pero sí que contribuyan con algo más que una banda con poses y actitudes no solamente fotocopiadas, sino también expiradas.


Hace poco me enteré de la movida under que se está cocinando en la Capital. Quito alberga muchas bandas que despuntan por su experimentación. Dentro de esta nueva escena -que se distancia inteligentemente de los espectros pasados de la música que usualmente se crea en Ecuador- hace finalmente su aparición: el NOISE. 

Para muchos, el Noise es, como su nombre lo indica, simplemente bulla. He aquí donde la línea divisoria entre lo absurdo, caótico y artístico se hace aún más delgada y pelea entre sus inspiraciones para hacer un Ménage à trois musical fascinante. El secreto está en tener el oído experimentado para poder descifrar los códigos que este género propone, porque sino podría llegar simplemente a ser ruido, quitándole mérito a sus compositores y despertando la curiosidad sobre si cualquier idiota puede hacerlo. 


Las entrañas de la bestia, Buenos Aires, 2008
Viéndome enrolado, casi por casualidad, en algunas fiestas y shows de Noise en Buenos Aires, pude apreciar de cerca, en las entrañas de la bestia (una casa abandonada al mejor estilo del Inmundicipio Guayaquileño, infestado de artistas que dejaban sus huellas en las paredes, pero con un tono mucho mucho mucho más decadente) a una banda compuesta por un baterista y cinco guitarristas, creando caóticos muros sonoros, que proporcionaban la banda sonora del grupo de antisociales asistentes. Desde esa noche, mi cerebro y mis oídos no volvieron a ser los mismos.


Como cualquier otro género, el Noise posee sus ramificaciones que lo fusionan con otros estilos musicales. Desde finales de los 70, con bandas como Teenage Jesus and The Jerks (excelente banda por cierto), pasando por el NO Wave con grandes rasgos de Noise, hasta el esquizofrénico Noise Punk de Scratch Acid, la tendencia se mantiene con algunas alteraciones.

Sweet Sandra ensayando


Como todo en Ecuador...muchísimos años después,  finalmente proyectos de esta rama están naciendo. Es así como me topé con Sweet Sandra, una banda de Noise Dance formada en Quito, Ecuador. La componen Young Albert (bases rítmicas), Javier Izquierdo (batería) y Maggie Camps en la voz. 

Young Albert, fundador de la banda, empezó el proyecto en diciembre de 2010, paralelamente con su banda Plugin. Tras la separación en el 2012, decide sacar a la luz el proyecto musical que venía armando durante 2 años junto a Maggie Camps, fusionando estilos como el Electro, DancePunk, Garage Rock y 8-bits. En septiembre de 2012, incluyen en sus filas a Javier Izquierdo (ex batería de The Cassettes y Los Smokings) aportándole un cambio radical o como ellos mismos lo califican “un sonido mas análogo y poderoso".

Con una mezcla que raya a tiempos en la psicodelia, Sweet Sandra nos brinda un estilo interesante, experimental y fresco en la escena ecuatoriana. Acaban de terminar la grabación de su disco debut en Capital Records para sacarlo próximamente al mercado. 

Las propuestas musicales de nuestro país son pocas en variedad, pero grandes en clonación. Año tras año se almacenan bandas recicladas, en una bodega sin ventilación, dejando ese olor nauseabundo a “guardado”. Esta nueva escena de bandas innovadoras viene a abrir las ventanas de esa habitación para que un poco de aire corra y disipe ese mal recuerdo que venimos acumulando por décadas, así que estén atentos con todo lo que esta corriente está brindándole a la escena. 

Acá les dejo un link que presenta todas estas bandas ecuatorianas. Después saquen sus conclusiones ustedes mismos:





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