7.29.2013

ULTRATUMBA: LADO B



Como comenté en la primera parte de esta reseña, tengo muchas anécdotas relacionadas con esta banda. Recuerdo escuchar por primera vez el nombre “Ultratumba”, por allá por el año 1995 ó 1996, cuando la banda argentina A.N.I.M.A.L. iba a dar un concierto en Guayaquil. Un problema con mis padres hizo que me prohíban la ida y me lo perdí. Aquel día ellos fueron la banda de apertura.

Tiempo después cayó en mi poder el cassette Puerto Rock 96 -legendaria cinta que se distribuyó en el under local por algún tiempo y que presentaba a bandas como Chewbacca y los Rottweilers, La Trifulka, KK, Camisa de fuerza y Ultratumba, entre otros- bandas que probarían que sí se hacía música inédita (y buena) en Ecuador, en un tiempo en que las bandas de covers plagaban el circuito de bares (los que aún tengan una copia, ¡cuiden esa reliquia!)

En esta cinta, Ultratumba incluía como carta de presentación dos temas que hasta hoy siguen siendo solicitados con euforia en sus conciertos: “Lola” y “Highlander el inmortal”.

Algún tiempo después, en el primer concierto de Unión Punk (1998), Ultratumba formaba parte de las bandas que iban a tocar, pero nunca se presentaron. Fue así, tras estos dos intentos fallidos de escucharlos en vivo, como comenzó mi mala racha de “nunca vi a Ultratumba”, entre sus decenas de apariciones y desapariciones (con cambio de alineación incluida), que duraría 14 años.

Sin tener noticias de ellos y sin lograr conseguir sus grabaciones, de casualidad me topé con su primer álbum “Los 14 cañonazos NO bailables”, en una tienda de discos, en la sección “Discos dañados”, ya que el almacén había sufrido una inundación. En aquel momento, sosteniendo la averiada caja pensé “al fin”.

No fue hasta el lanzamiento de su segundo disco “Mi pene por Andy Warhol”, cuando logré verlos en vivo finalmente. En este show, su ex guitarrista y líder de las Vírgenes Violadoras, Paolo Thoret se unió en el cierre para tocar las dos canciones de las que hablaban anteriormente.

Pero bueno, vamos con la entrevista…



Si buscas música, videos o la biografía de Ultratumba, te quedarás con las ganas. Es muy poco lo que se sabe de ellos y en caso de encontrarte con alguna de las reseñas o entrevistas que circulan en la red, lo único que descubrirás son exageraciones o historias cargadas de humor sarcástico, al mejor estilo de la banda.

Su historia incluye creatividad, mala disposición, ganas de joder la vida, peleas, separaciones, excesos, traiciones, robo de grabaciones y demás, según lo que me cuentan los amigos cercanos a la banda, pero luego de analizar la situación decidí que era mejor escuchar la versión de su fundador (Omar Sotomayor) y no convertir su historia, en un programa de variedades y chismes sobre los conflictos internos de sus integrantes, con especulaciones sin sentido.

Nos reunimos con “tOmar” (fotógrafo profesional, 38 años) con unas cervezas. Puse de fondo el primer LP de Ilegales (de España), banda influencia de los Ultratumba, e iniciamos la conversación, para nada formal y sin profesionalismos innecesarios.

CH: ¿Cómo se inicia Ultratumba?
O: A ver…la primera alineación incluía a Óscar (hermano de Omar) en la voz, Carlos Ruiz en el bajo, Omar en la batería y Javier Astolfo Gómez en la guitarra.

CH: ¿Cómo te entró el “bichito” de hacer música?
O: Antes de Ultratumba, yo ya había tocado en 3 ó 4 bandas. Desde pequeño me interesó la música, pero no había el apoyo respectivo por parte de mis padres, en el caso particular de mi hermano Óscar y yo. A mi hermana sí la apoyaban, porque tocaba el piano, y ese, según mi papá, era un instrumento “digno y respetable”. Algo que no sucedía con su opinión sobre las guitarras y el rock n’ roll, pero igual no fue algo que nos detuviera.

CH: ¿Por qué el nombre Ultratumba?
O: Pues estaba en una lista de nombres que teníamos, y fue el que más le gustó a mi mamá, aunque en realidad ha sido una maldición, porque con ese nombre todo el mundo piensa que somos una banda metalera o mucho más pesada de lo que en realidad somos.

CH: ¿Cuál era el concepto o idea original para crear la banda? ¿O simplemente querían hacer música y listo?
O: La idea inicial fue “hagamos una banda para asustar a la gente… a las mujeres y que NO nos inviten a tocar”.

Una vez definido el objetivo principal como agrupación, establecen como primera orden de negocios (dicho por ellos mismos) “Llegar a cagarles la fiesta”.

CH: ¿Cómo pasaste a cantar tú? ¿Por qué deja la banda tu hermano?
O: Mi hermano no se fue…yo lo boté a ese man jajaja.

CH: ¿Por qué han tenido tantas alineaciones?
O: Lo que pasa es que Ultratumba siempre tuvo altas y bajas por cosas personales que nos pasaron. Yo siempre he sido fotógrafo, a veces había harto camello, a veces no, pero cuando me enteré que iba a ser papá, tuve que establecer prioridades. Entonces las pausas entre ensayos y conciertos se daban más seguido. Mientras yo no podía seguir el ritmo, los demás integrantes se dañaban en su tiempo libre jajaja. Los que más tiempo estuvieron o la alineación más recordada es: Paolo, Giancarlo y yo.

A Paolo lo conozco desde que tenía fierros y cara de bobazo, y el man me decía que tocaba guitarra, pero nunca le paré bola hasta que un día lo escuché tocar, me sorprendió y le dije que entre.

En las filas de Ultratumba también han estado Luis Rueda, “La gata” Brañas (baterista de Pasajero), Nelson Coral (guitarra y voz de Los Pescados), lo que para Omar es -entre risas- “la alineación más guapa que tuvimos”)

CH: ¿Influencias?
O: Pues básicamente los Descontrolados (banda Punk y New Wave ecuatoriana de los 80, en la que el papá de Paolo tocaba guitarra) y la banda española Ilegales, hay más pero son por gustos míos más que por influencias directas.

CH: Cuéntame sobre la composición y grabación de temas.
O: Pues la música la hicimos Paolo y yo; las letras todas yo, excepto un par por ahí de mi hermano Óscar y su banda “Los Desenfrenados”, como es el caso de “Sin condón”. Y sobre las grabaciones, pues la verdad es que grabamos cuando hay plata y tiempo.

CH: ¿Y de dónde salen las letras?
O: Huevadas que se me ocurren, a algunos les parecen graciosas a otros no. Da igual. Te pongo un ejemplo “Guayaquil vive por ti” fue un chiste que me salió y que compartí con Luis (Rueda), él se cagó de risa y propuso que lo hagamos canción, que “podría llegar a ser un himno”. A mi en realidad me parece malísima.

CH: ¿Existió Lola?
O: Sí, era una ex novia de mi hermano. Y esa canción también es horrible.

CH: ¿Por qué tantas apariciones y desapariciones?
O: La verdad es que cuando empezamos sí existían bares que daban chance a bandas con temas inéditos, pero luego apareció lo que sería Unión Punk y derivados, y esa onda no era lo que nosotros queríamos. El Punk nueva escuela siempre me ha parecido una cagada, por ejemplo…yo que sé… NoFx para mi es una mierda, entonces como no encajábamos con ese ideal de “Punk bonito” creo que nos autocensuramos de la escena que se estaba creando y nos alejamos bastante. Hasta el punto que creo que lo que nosotros, no hablo como Ultratumba, sino como circuito de bandas locales, estábamos haciendo hasta ese punto, se destruyó. Y de ahí otra razón, pues… no nos gusta tocar en vivo jajaja.

CH: En el primer disco de las Vírgenes Violadoras se incluye un tema de Ultratumba re-versionado. ¿Te gusta el camino que están siguiendo?
O: En su primer disco hay más Punk que lo que están haciendo ahora, se nota un poco las raíces Garage que nosotros tenemos también, o sea, como hemos tocado con Paolo durante tantos años, se nota una similaridad en nuestras composiciones. De ahí, para serte sincero, los toques New Wave que hoy incluyen las VV, no eran algo ajeno a Ultratumba. Te la pongo así, si hubiéramos continuado componiendo juntos, ese era sin duda el camino que hubiéramos seguido.

CH: ¿Crees que tal vez Ultratumba es de esas bandas que en su época no fueron reconocidas y que ahora están despertando?
O: No eres la primera persona que me lo dice, pero no sé en realidad. Yo primero soy fotógrafo, luego músico. Y la verdad es que sin moverme ni andar organizando nada, de repente Ultratumba va y toca, como sucedió en el Inmundicipio, y se repleta el lugar y la gente canta las canciones sin ni siquiera tener los discos, no sé. Supongo que algo debimos hacer bien, aún cuando nunca fue parte del plan.

CH: ¿Qué se viene de Ultratumba?
O: Estamos grabando canciones viejas y nuevas para sacar el tercer disco y también vamos a grabar un disco en vivo, pero no hay apuro, ya saldrá cuando tenga que salir esa huevada.

CH: Listo, con eso estamos. Cheers!

Omar levanta su vaso haciendo un “salud” silencioso.


Con la misma “seriedad” que los caracteriza:
Ultratumba (puede ser que toque) próximamente en la Zona Rosa, donde quedaba el bar Heineken. Fecha e información por confirmarse.

Agradecimientos a Danica Uscocovich y Manuel Cucalón por poner su casa y las cervezas para la entrevista.

7.10.2013

ULTRATUMBA: LADO A


Hace algún tiempo, luego de una noche “movida” con una chica, mientras nos levantábamos con algo de resaca, puse a todo volumen la canción de Ultratumba “Síndrome Post-coito”, en la que la banda canta con cruda honestidad las secuelas de un one night stand: "¿ya no sé qué más hacerte?, acabé y no quiero verte. Ya no puedo más…¡sácatela que estás sudada!”, la miré y le dije “esta canción es para ti”. A lo que recibí como respuesta un desnudo e igual de crudo y honesto “ándate a la mierda”. Tiempo después los vimos juntos en vivo.

Anécdotas relacionadas con conciertos o temas de esta banda guayaquileña que ya tiene casi 18 años tocando en el circuito local, curiosamente me han sucedido muchas en mi vida, pero no es por eso que escribo hoy este post. Esta reseña, que he decidido dividir en dos partes: Lado A y Lado B (una para su música y una para la entrevista que realicé a su líder fundador Omar Sotomayor) era justa y necesaria.

Empecemos...
Muchas interrogantes han hecho crecer su espectro durante años: ¿Qué es Ultratumba? ¿Quiénes son? ¿Por qué no tocan tan seguido? ¿Son una banda Punk o Garage Rock? ¿Por qué recién ahora la gente los escucha con frecuencia? ¿Son una banda de culto o sólo un grupo de desadaptados? (como lo cuentan las múltiples historias de excesos que se ven reflejadas en sus letras y anécdotas) ¿Son entonces un ejemplo a seguir o un estilo de vida? ¿o simplemente otra banda de nuestra pequeña escena que no ha recibido el reconocimiento necesario?


Foto propiedad de Bruno Carranza

Para mi, la historia de Ultratumba es la clásica experiencia de una banda que no fue apreciada en su momento, sin embargo, no puedo evitar preguntarme si es que ese momento es ahora y que tal vez todo ese historial caótico que se ha ido cocinando sin planificación premeditada ha servido para poder apreciarlos hoy como se debe.

Apegándose más al credo y estética de un género musical que a un estilo de vida, o de una idea detrás de todo el concepto que engloba Ultratumba, el de –dicho por ellos mismos- “venir a cagarles la fiesta”, su importancia radica en el solo hecho de causar una disruptiva sonora e ideológica en las personas y demás bandas que, más que divertirse, quieren mostrar profundidad con poses o letras pseudo intelectuales que llegan a ser risibles. Esta falta de seriedad es algo que a decir verdad le aportaría a muchas bandas actuales que se toman todo su “arte” con una "integridad" que ni sus mismos miembros se creen, y que por ende tiene como consecuencia la proyección de una muy débil autenticidad, algo que se refleja en su composiciones y en su estética como banda y músicos en general.

Portarte como un perfecto imbécil no está tan mal, si logras hacerlo riéndote de ti mismo.
Aunque algunas de sus letras puedan recaer en un recurso infantil, como ocurre en “A mis panas los botan de las fiestas” o “Soy horrible”, es gracias a ese ácido sentido del humor con el que cantan “¡Osama Bin Laden - 1! ¡Nueva York - 0!”, que promueven desde lo más absurdo hasta chistes de mal gusto para oídos sensibles y fácilmente irritables. 

Su primer disco “Los 14 cañonazos NO bailables”, incluye todas las canciones que la banda había logrado grabar a lo largo de su historia -hasta ese entonces- en diferentes épocas, en varios estudios y para compilaciones como la legendaria cinta underground “Puerto Rock 96”, con el que se dieron a conocer. En el “14 cañonazos…” se captura íntegramente su filosofía de vida del “¡Nace, crece, dáñate, culea y muere!”, que exponen en la letra de su tema “Forever Pinga”. Además de temas ya clásicos en su repertorio como “Suack que te pica el pavo”, “El ofrecido”, una adaptación de “I wanna be sedated” de los Ramones “Quiero estar borracho”, la famosísima “Lola” (dicho por el mismo Omar “esa canción es horrible”) y su clásico tema del suicida fallido que intenta todo por lograr su cometido “Highlander el inmortal”.

Sus letras son vulgares y no están escritas para pensar; son lineales, directas y sin ningún mensaje oculto, sin embargo, no por eso significa que su autocrítica burlona dirigida a nuestra sociedad y sus habitantes, sea menos real o “seria”, como ocurre en “Guayaquil vive por ti”, incluida en su segundo disco “Mi pene por Andy Warhol”:

“Las calles... de a verga,
la gente... de a verga,
sudando... de a verga,
esta ciudad vale verga.

Hicieron los puentes,
adoquín en tu vereda.
Te pintan la fachada
y te clavan la verga.
Alcalde... de a verga,
no tiene la culpa,
no tiene la culpa,
que esta gente valga ES verga”.

Algo que se traduce en el desgano y opinión general del joven guayaquileño desencantado con su ciudad, situación que además es una realidad latente y que se repite con frecuencia. Para ser más específicos, si le preguntas a un joven guayaquileño qué opina de su ciudad, esa seria su respuesta y hasta utilizando el mismo lenguaje. De todas formas, sus letras no son para ser tomadas en serio. Sus canciones son humorísticos y agudos ataques de sarcasmo, poseedores de esa sapiencia callejera del "Guayaco rodado", que es frontal, sabido, bacán, jodedor y chabacano.

“Haremos la guerra, no la paz. ¡Qué difícil hacer el bien cuando conoces el mal!”.
Ultratumba es esa banda que te recuerda el ideal hedonístico que (unos más que otros) tuvimos desde la adolescencia y que además nos empujó a cometer todo tipo de idioteces, locuras y excesos sin medir las consecuencias.

Recargados con toques de nuestra idiosincracia, jerga local y algunos de los elementos de nuestra arraigada cultura pop guayaquileña (algo muy visible en su logo que está formado por la fusión de su nombre con la etiqueta de la cerveza Pilsener), es esa visceral y adolescente rebeldía nihilística -para muchos sin sentido- la que hace que capturen en su música, a la perfección, ese espíritu autodestructivo tan necesario en alguna etapa de nuestras vidas.


Con el permiso otorgado por el líder de la banda, acá les dejo el link para bajar sus dos discos: